Ouvrez vos yeux, le monde est là.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Despierta.

    Los días fríos de invierno hacen pensar. Pensar en el mundo, en tu vida, en tu pasado y en tu futuro. Pensar en los errores que has cometido y que ojalá no hubieran existido, en cómo se estropeó esa relación por tu culpa o en cómo lo podrías haber hecho. No todo es de arrepentimiento, pues te azotan la cabeza otros recuerdos felices, muy muy felices. Momentos en los que te dabas cuenta cómo una persona era otra persona más especial, o cómo te mirabas al espejo y te veías radiante de felicidad y de ilusión. Es entonces cuando se da uno cuenta de que no hay que dejar que esos errores arruinen tu presente, que no hay que dejar que se encierren en tu cabeza y le cierren la puerta a la felicidad, aunque muchas veces cuesta, porque sin darte cuenta, sigues pensando en esa persona que ya está lejos de ti, en añorar los buenos momentos y sumergirte en una nube de sueño nostálgico. Despierta, porque hay otro mundo fuera. Abre la puerta y respira un nuevo aire cargado de ilusión y sonrisas.
   Despierta, porque igual que fuiste muy muy feliz, volverás a serlo :)

sábado, 3 de diciembre de 2011

 


 ¿Has deseado con todas tus fuerzas pegarle un achuchón a un amigo que vive lejos de ti y que deseas que esté a tu lado riéndoos otra vez?
Ojalá estuviesen Sevilla, Madrid y Valencia a un minuto, porque yo sí.
                                             :)

Escucha.

   Hoy escuchando tranquilamente música con los cascos, sin ningún ruido a mi alrededor, he sentido cómo volaba descansado por una nube después de toda semana, y en este camino, he descubierto partes de las canciones desconocidas, fondos que no había escuchado y matices que me han erizado la piel. Tal vez sólo haya sido que era una tarde de invierno y estaba escuchando música romanticona. Aun así, me ha surgido la idea de que hay que escuchar la vida, poner el oído en cada cosa y en cada momento para evitar perdernos nada, aunque está bien sorprenderse de vez en cuando con algo que ya creemos sobrepasado. :)

domingo, 27 de noviembre de 2011

Thor.

   Hoy quiero vivir siempre, no envejecer, continuar viviendo y enfrentarme eternamente a la vida, rehuyendo a la muerte, tal y como Thor.
Las células van envejeciendo, duplicándose, creciendo y muriendo. Su vida viene marcada por los extremos de los cromosomas, los telómeros, los cuales conforme se duplica el ADN en el momento de la mitosis, se acortan. Así, cuando ya no queda nada, la célula muere, lo que se conoce como apoptosis celular. Se me ocurre entonces, que un método para evitar el fin de la vida, sería evitar ese acortamiento, lo que se consigue con un enzima llamado telomerasa. Si consiguiera esto, que es en cierta forma posible, ¡sería inmortal!
La ilusión se quiebra cuando me doy cuenta de que si no hay nada que regule el número de divisiones de las células, éstas se dividirían una y otra vez, teniendo problemas tipo cáncer y demás. Además, las neuronas no se reproducen, por lo que si viviera eternamente, me quedaría sin ellas, únicamente con células de glía, las cuales no son tan eficaces.
   Así pues, no me queda más remedio que aprovechar la vida al máximo.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Flash.

   Me he levantado esta mañana y me han entrado ganas de correr por todo el mundo, de dar la vuelta al mundo no en 80 días, sino en 0.91 segundos, mientras veo pasar rápidamente el Big Ben, la Muralla China, el Taj Mahal, el Empire State, las pirámides de Egipto... Es decir, tener el poder de la supervelocidad, o sea, ser Flash. Si se supone que este héroe corre a unos 300.000.000 m/s, y que el 100% de la energía del alimento se convierte en energía cinética, necesitaría comer... ¡150 millones de hamburguesas!
   Bueno, al menos existe un número...

Otra oportunidad.

   La vida pasa y no le importa lo que hagas. No le importa si fallas, si te equivocas en algo. Ella sólo pasa, pasa y pasa, arreciando todo lo que encuentre a su paso. Quieras o no, terminas haciendo algo mal o no consigues lo que te propones, y es entonces cuando te das cuenta de eso, porque deseas e intentas conseguir una nueva oportunidad, pero no puedes, porque no puedes volver al pasado, porque no puedes cambiar ese fragmento de vida. Te sientes impotente, y lloras. Son lágrimas que van saliendo una a una, y conforme salen, te arrancan un pedazo de ti que ojalá pudieras reponer, un pedazo de tu vida que no volverás a vivir.
   Escucha entonces el canto de los pájaros, siente el viento en la cara, siente la lluvia cayendo suavemente sobre ti, y te das cuenta entonces de que puedes volver a vivir cosas nuevas, o las mismas, pero vividas de diferentes maneras; te das cuenta de que la vida te da otra oportunidad, no para enfrentarte con lo sucedido, sino para enfrentarte con lo que sucederá.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Pasa y te arrastra

   La vida pasa, y te arrastra. En ese movimiento, te cruzas con otras personas, con las que, al cabo de un tiempo junto a ellas moviéndoos por el mismo camino azaroso de la vida, piensas que siempre te van a importar, que nunca se alejarán de ti, ni tú de ellas. Sin embargo, por una cosa o por otra, por una ola más o menos grande, terminas revolcado en la orilla solo, o con unos pocos que seguirán contigo. El amor es la corriente de la vida que más te apega a una persona pero no está a salvo de la furia del mar de la vida, pudiendo separarte o unirte una y otra vez o ninguna vez más. Cuando algo se acaba piensas que no vas a poder conocer a nadie más, que tú quieres a esa persona y con ella es con quien quieres estar. La vida se te antoja difícil, pero es entonces, en el momento de más desesperación, cuando llega alguien sin darte cuenta. Ese alguien va adentrándose en ti poco a poco, muy poco a poco, y es un día cuando te das cuenta de lo que ha conseguido. No es que haya entrado para quedarse, sino que ha llegado a tal profundidad que ha desplazado a esa persona. Ya no piensas tanto en ella, te da igual; cuando lo haces, sientes un sentimiento raro, pero a la vez, te ilusionas, porque aunque sepas que no hay nada con esa persona nueva, te das cuenta de que has conseguido olvidarte de lo pasado, de que todo pasa y todo llega.
   No está mal pensar, recordar y llorar. Es más, te hace ver que eres humano, que eres capas de amar y sentir nostalgia, decepción y arrepentimiento, y ello te hace superarte. No es un paso atrás, sino un paso más con el que llegas a asumir que rendirse no es una opción.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Espuma

   Hoy me he preparado un chocolate caliente, con espuma. La mayoría de las veces me lo he bebido como si nada, pero hoy ha sido especial. He cogido la taza y un cómic, y me he tumbado en la cama. Estaba en silencio, leyendo, y me he dado cuenta de un sonido que no venía de fuera de la habitación, sino de dentro, de la taza. La espuma hacía ruido. En ese momento del descubrimiento, me sumí en un gran estado de tranquilidad y de satisfacción. Recordé entonces el sonido del mar, cuando el agua que queda en la orilla comienza a ser absorbida por la arena haciendo un sonido similar.
   Hay miles de pequeñas cosas que nos pasan desapercibidas, cosas a las que no damos importancia. Y son esas pequeñas cosas por las que hay que luchar en la vida, las que con su búsqueda, una vida se distingue de otra.

lunes, 31 de octubre de 2011

La vida es menos puta si estás a mi lado

   Una gran amiga me dijo una vez esta frase. Una gran amiga, sí, una amiga de las que se pueden contar con los dedos de las manos. No importa a la distancia a la que estemos; cuando hablamos, parece que seguimos el uno al lado del otro. Eso es un amigo, el que te pregunta y se preocupa por ti, el que te ayuda en los momentos difíciles y te aconseja, ya sea por una calle una noche de Madrid, en Nervión Plaza o sentado en un banco en el parque donde siempre quedáis. En la juventud puede parecer que tienes muchos amigos, y ahora más con las redes sociales. ``Buah tengo quinientos y quinientos de amigos´´. ¿Para qué? ¿Acaso es que hablas con todos ellos cuando los ves conectados? ¡No! Siempre le hablas a los mismos, esperas a que ese alguien se conecte, y si no lo hace, puede que no hables con nadie. A la larga, te vas dando cuenta de que no tienes cientos de amigos, ni veinte ni diez; te vas dando cuenta de que lo que verdaderamente importa es la calidad, no la cantidad.
   No quiero tener muchos amigos a mi lado, sólo unos pocos, pero que sean de los de verdad, de los que ayudan a que la vida sea más fácil. :)

The Robin

¿Por qué The Robin? El otro día en clase de inglés dimos el vocabulario de los pájaros y salió el petirrojo. Un pajarillo elegante, ligero, y manchado por una bella mancha anaranjada. Es un pájaro muy sociable, curioso y atrevido, capaz de plantarse en mitad del camino para ver quién llega. Es un modelo de qué postura hay que tener ante la vida. Hay que relacionarse con la gente, sin vergüenza, hay que estar abierto ante la vida y curiosear, lo que se dice ``actitud filosófica´´, encontrando nuevos retos, y hay que atreverse a llevarlos a cabo. Igual que el petirrojo, hay que plantarse ante la vida y no dar marcha atrás ni vacilar al dar un paso.
Sólo es cuestión de caminar, o mejor dicho, de volar, sin dejar que nadie se interponga en tu camino.

sábado, 29 de octubre de 2011

Una sonrisa, lo mejor

   He llegado a mi casa esta noche y he sentido un irremediable impulso por empezar este blog. El nombre: ``Always a smile´´. Siempre una sonrisa, pase lo que pase. 
   Es difícil conseguir que tus labios dibujen siempre esa mueca, por mucho que quieras algunas veces. Existen muchos tipos de sonrisa: una sonrisa de verdad, auténtica, es aquella que no se hace, sino que surge. No estás pensando en nada, y cuando te miras frente al espejo, te das cuenta de que estás sonriendo, de que tienes los músculos de la cara estirados, y es entonces cuando sonríes aún más, por el simple sentimiento de alegría que te transmite. Hace poco, tan sólo un mes, me ocurrió este suceso. Llegué a Madrid con unos amigos, donde nos esperaban otros más. Cuando llegamos, tras abrazarnos y demás, nos montamos cuatro en un tren de cercanías. Hubo entonces un momento de silencio durante el cual nos mirábamos, y fue entonces cuando nos vimos cada uno reflejado en el otro. Quien nos viera desde fuera, veía a cuatro jóvenes sentados juntos que no paraban de sonreír como cuatro tarados. En ese momento de darnos cuenta de la situación, comenzamos a reírnos felices, sin contar ningún chiste y sin decir nada; sólo estando contentos porque estábamos otra vez los cuatro juntos.
Esta sonrisa no es la única por la que vale la pena despertarse cada mañana, sino que existe otra, de complicidad, hecha de años juntos y de profunda amistad. Es la que te sale cuando estás con un amigo, pero no con un amigo cualquiera, sino con un amigo de verdad, con un amigo que te mira y ya sabes qué está pensando o qué va a decir, con el que no te hace falta explicarle nada, porque ya sabe lo que te pasa, y te comprende y te ayuda. A lo largo del tiempo, esas sonrisas son las que perduran, porque hay que luchar por sonreír, pero no de cualquier manera.
Cuando estás triste, disgustado, y alguien te intenta animar, te esfuerzas por que tus labios se muevan. Y lo hacen. Sí, porque al final, más o menos, tímidamente o a lo grande, lo hacen. Muestras así gratitud por esa persona, porque sabiendo que estás mal, intenta que olvides lo que estás pensando, que olvides la pena que acecha tu mente y tu corazón.
No sólo existen estas tres sonrisas, sino que existen más, como las de diversión, ilusión o amor, pero, en cualquier caso, son buenas. No buenas sólo para ti, sino también para los demás que te rodean, porque estar rodeado de personas que sonríen continuamente no tiene precio.
   La vida y los momentos felices pasan, y al final, sólo permanece el recuerdo de la enorme sonrisa que dibujaste en ese momento, o en la enorme sonrisa que dibujó la persona que tenías más cerca. Enseña los dientes, vamos, que se te marquen las arrugas de alrededor de la boca, porque no son arrugas de lloro ni de angustia, son marcas de la enorme felicidad que has sentido a lo largo de tu vida. 
   Cuando creas que no puedes, hazlo, porque una sonrisa, es lo mejor. :)