Ouvrez vos yeux, le monde est là.

domingo, 9 de junio de 2013

Todo está bien.

Decir que todo está bien es tan fácil. Después de que te haya pasado algo malo, de que te hayas desilusionado, de que hayas sentido cómo tu corazón ha estallado en miles de millones de pedacitos cuando esa persona a la que querías besar y no separarte nunca de ella te dijera que era pronto, o que te rechazara simplemente; después de que te hayas vuelto a caer cuando tu vida parecía que cobraba cierto equilibrio y estabilidad, sólo basta una simple pregunta de cualquiera de que cómo estás, si estás bien, si estás mal, si quieres llorar, si quieres reír, si quieres hacer algo para despejarte, para contestar con un simple ``sí, bien´´. Sabes que no sirve de nada, que nadie se lo cree, pero tú lo dices, tal vez no por engañar al otro y que no te pregunte más para no hurgar más en la herida, sino, tal vez, sólo tal vez, porque quieres engañarte a ti mismo. Pero piensa, ¿no será mejor que dejes de engañarte? Si quieres engañar a los que te rodean y te preguntan cómo estás allá tú, ¿pero tú también te mereces esas mentiras?. Di que estás mal, llora, si no quieres sobre el hombro de alguien, sobre el tuyo mismo, derrama esas lágrimas de rabia, de frustración, de desamor, de lo que sean. Sácalo todo y empieza a aprender, aunque en un primer momento creas que no tienes nada que aprender y que lo que eres es un desgraciado. ``Si la vida nos lo pusiera tan fácil sería aburrida´´. Tú sí que estás aburrido de escuchar esa frase, de repetírtela mil y una veces, y nada, porque no sirve. En esos momentos ya no te acuerdas de los momentos de triunfo, sino que solamente se te vienen a la cabeza esos recuerdos tristes y grises. Lo único que te dices es que no vas a aprender nunca de la vida, pero que poco a poco aprenderás a engañarla.
Decir que todo está bien es tan fácil... lo difícil es que sea verdad.

miércoles, 3 de abril de 2013

Mar-y-posas.

         Había olvidado lo que era esto. Lo que era soñar despierto, lo que era emocionarse cada vez que ves alguna novedad en el móvil de esa persona, lo que era imaginarse con ella abrazado, sintiendo su respiración, su latido de su tierno corazón, su olor. Lo que era pensar en momentos que no han sucedido aún y que quieres que sucedan, con toda tu alma y con vosotros dos como protagonistas claro, pero no como los protagonistas de esas historias que se olvidan rápidamente cuando acaba la película o pasa un mes desde que te terminaste aquel libro que tanto decías que te había enamorado, sino protagonistas de esas historias encantadas, pero no de las que dan miedo, sino de las que se forjan día a día, conversación a conversación, risa tras risa y sonrisa tras sonrisa.

         Había olvidado el sentir que quieres compartir algo más que una amistad con alguien, pero algo mágico y duradero, nada de fugaz, porque para fugaces ya están las estrellas, y esa persona les gana con creces fácilmente en todo. Había olvidado el querer volar para ir siempre donde esté y que no se sienta sola;  y aunque parezca imposible cada vez es más factible. ¿El qué? Lo de volar, porque estoy aprendido gracias a esos bichitos que viven en mi estómago. Mar-y-posas.



                                    ``El dolor solo hay que aguantarlo, esperar a que se vaya por sí solo y a que la herida que lo ha causado cicatrice; no hay soluciones ni respuestas sencillas, solo hay que respirar hondo y esperar a que se calme.´´

domingo, 10 de marzo de 2013

Pues eso, la primera tontería, y encima tardía, del 2013.

Cómo pasan los meses, ya ni me acordaba que tenía un rinconcito del mundo virtual para mis tonterías, porque al fin y al cabo, lo único que pienso y digo son tonterías. Hay quien dice que la tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia porque la inteligencia tiene sus límites y la tontería no, tal vez sea verdad, o tal vez otra tontería. Hay tonterías que te hacen reír a carcajadas, tan fuertes a veces que nos hacen llorar de alegría, y eso es bueno; otras veces nos hacen llorar y no parar, como cuando está lloviendo intensamente y parece que no va a acabar nunca, algunas tanto tiempo que a veces es malo; otras veces las tonterías pasan de largo y aunque las oyes no las escuchas, y entonces estas veces son buenas y malas, porque aunque te salvas de esas tonterías absurdas te hacen perder el hilo de la conversación con la otra persona y cuando te pregunta te quedas sin decir nada y terminas por soltar otra tontería. Pero lo que de verdad es una tontería es esta entrada, que se me ha ocurrido improvisadamente en una tarde en la que tenía que estudiar y no tenía ganas. Si la has leído hasta el final tal vez seas como yo, un tonto barra tonta, o que estés aburrido barra aburrida, o tal vez has pensado en seguir leyendo para reírte de un tonto como yo que solo escribe tonterías.