Igual que el mosquito más tonto de la manada, yo sigo tu luz aunque me lleve a morir.
Cuídate. Sonríe. Que no me cuenten que te han visto llorar. Siéntate cerca. Olvídate. Recuérdame.
Cubrí los ojos con mis manos y luego imaginé que estabas ahí de pie disimulando por mí.
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