Ouvrez vos yeux, le monde est là.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Distinto.

   La vida no es un simulacro de incendio. Despiertas cada día y no tienes ningún comodín de prueba ni de la llamada. Eliges, mal o bien, andas, tropiezas, caes, te levantas, ríes, lloras, sientes; vives la vida sin poder girar un momento la cabeza hacia atrás y pensar que quieres volver, porque cuando vuelves a mirar al frente, te topas con una pared. Esa pared quema y únicamente se salva de las llamas lo que verdaderamente tienes dentro de ti. Pierdes lo accidental y te quedas con la verdadera sustancia que te compone. Esa sustancia no es etérea ni está formada por aire, agua o fuego, sino que es el conjunto de las distintas partes de distintas personas y de distintos momentos que te han hecho ser algo distinto de lo demás, que te han hecho despertar cada día, que te han hecho no solo levantarte, sino también caerte; en definitiva, que te han hecho vivir.

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